domingo, 26 de febrero de 2012

Monoï... La esencia del espíritu de la playa, el sol y la arena.

Por muchos de ustedes ya es conocida esta mezcla exótica pero para quienes no la conocen , les compartiré este secreto de belleza milenario de las Islas Polinesias.

El "Huile de Monoï" o aceite de Monoï, es el conjunto perfecto de hojas de flor de Tiaré maceradas y mezcladas con aceite de coco, el cuál se extrae por distintos procesos, uno de ellos, el más común, es prensando la copra deshidratada.


Esta mezcla tiene un fragancia inconfundible y exquisita, es utilizada como bronceador natural y bastante conveniente, ya que evita le deshidratación de la piel por sobrexposición al sol, sus propiedades son benéficas de forma que hidratan la piel profundamente, dejándola suave y con un agradable aroma, aún así, carece de propiedades naturales que protejan de los rayos UVA/UVB, por lo que algunas versiones en el mercado ya cuentan con una pantalla solar 'extra'. 

Su uso capilar le proporcionará brillo ayudando también a la hidratación y reestrutración del cabello dañado, maltratado o quebradizo, después de su aplicación el cabello es más suave y más fácil de peinar.

Utilizado también como un excelente aceite para masajes ya que está cargado de todas las bondades del aceite de coco y las propiedades antioxidantes de las flores de Tiaré, esto lo hace ideal para estos menesteres, por lo que cabe mencionar que no es necesariamente para usarse en las costas, puede también ser usado en otras latitudes con los mismos resultados, simplemente... ¡Una maravilla cosmética de la naturaleza!

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El aceite Monoï tiene actualmente un 'Certificado de Origen' (...y he aquí la constatación gráfica), de esta forma, sólo puede ser elaborado por éste país, apoyando la economía de las personas que se dedican a su producción. 
(¡Ay, abrazo de grupo!).
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A diferencia del Aceite Virgen de Coco, éste no es comestible, sólo es de uso cosmético. De igual forma se solidifica a temperaturas por debajo de los 24°C.

El uso de este aceite (en lo particular) representa un cliché fascinante, el mismo olor evoca a los días de verano en la playa, la sensación es bastante reconfortante. Debería ser utilizado tanto por hombres como por mujeres, incluso infantes, supliendo así, aquellas fórmulas químicas diseñadas para la piel (cremas) ya que al ser natural, la contaminación de agua  es muy baja o nula a comparación de los otros productos y no posee ningún tipo de contraindicación.



La única versión que he utilizado es la presentada aquí, de la marca francesa Yves Rocher (sí, ellos sí la pueden fabricar y distribuir, no olvidemos que una parte de la Polinesia es territorio de ultramar de Francia + Corrupción + Intereses económicos = a dicho está todo, ¿verdad?) así que la recomiendo ampliamente ya sea para utilizarla como un cosmético natural de uso diario, semanal o para ése viaje próximo a la playa.

Esta marca, maneja una línea de productos, entre ellos los aceites Monoï original y el aceite 'seco', una fragancia, un autobronceador y un gel de baño todos ellos a base de aceite Monoï.


El aceite natural Monoï (que es de lo que estamos hablando realmente) viene en presentación de 100 ml y su costo es entre $80.00 y $180.00 pesos mexicanos. Se puede adquirir a través de una asesora de Yves Rocher o en Mercado Libre.

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